viernes, 20 de abril de 2018

Capítulo 1 – Preludio: Aquel día, parte 1


Por fin dejo de resistirse... continué masturbándolo cada vez más fuerte y rápido, mientras que con la otra mano le acariciaba y masajeaba su nuca y cabeza, él no dejaba de gemir y tener espasmos en todo el cuerpo. Seguí cascándole el pene, sentía que su orgasmo estaba cada vez más cerca, sus espasmos y contracciones musculares eran cada vez más intensas, al igual que sus gemidos, entonces oigo un profundo gemido…


Capítulo 1 – Preludio: Aquel día, parte 1



**Los hechos y o personajes aquí relatados son de ficción, cualquier similitud con la realidad es pura coincidencia** 


Finalmente y tras varios segundos (en los cuales aproveché a tocar timbre seguidamente, uno tras otro) abriste la puerta con tu sonrisa y simpatía característica (Ariel: 19 años, 180 cm de alto, cabello corto negro, ojos intensos color miel, labios rojos perfectamente delineados, con una sonrisa y personalidad deslumbrante) tenías puesto una musculosa blanca y un short deportivo, los cuales dejaban ver tu contextura física trabajada (sin exagerar) brazos fuertes, marcados, pectorales y abdominales definidos, piernas trabajadas y definidas producto de los entrenamientos de fútbol, nos saludamos (chocando puños, seguido de un apretón de manos y sin soltarnos chocamos nuestros hombros derechos) y me dice.

- Aguanta boludo, esta mi hermano (mientras se cagaba de risa).
- Pero boludo, vos me dijiste que ibas a estar solo en casa (le expuse apenado).
- No pasa nada Santi (me dice dándome una palmadita en la espalda mientras pasaba y me sentaba en el sofá) está todo bien con Alan, me dijo que hoy entraba tarde al trabajo, aparte no pensaba que fueras a hacer esa tontería, madura ya (me dice Ariel entre risas).
- ¡Cállate estúpido...! (le digo mientras me levanto y le doy un golpe en el brazo) vos sos el que necesita madurar, si hasta hace poco andabas haciendo el ”ring raje” (tocar el timbre de algún vecino y salir corriendo) y todos corríamos por tu causa (reía mientras comentaba y recordaba esa situación).

En ese momento sale de su cuarto (habitación) Alan solo con un pantalón de vestir y zapatos (Alan: 23 años, 182 cm de alto, rubiecito tirando a castaño, ojos color miel, mirada suave, barba de unos días recortada prolijamente, carismático pero algo serio, lindo y atractivo, buen ejemplar de macho, de similar contextura física que Ariel -su hermano menor- pero más grande de cuerpo y con más músculos producto del gimnasio).

- ¡Qué haces Santi! (me saluda con un fuerte apretón de manos) hace rato no te veía por acá, ¿van a ver el partido?
- Esa es la idea (le respondo amablemente).
- Vamos a comprar algo para tomar antes que empiece el clásico (me dice mi amigo Ariel)
- Mogólico (le dice Alan a su hermano menor), lleva tu llave, yo me voy en 5, y no rompan nada.
- Tomatela… dale, no te quiero ver cuando vuelva (responde Ariel en tono de broma a su hermano mayor)

Fuimos caminamos (tres cuadras) hasta el negocio, hablando de los entrenamientos en el club local (es capitán del equipo y delantero, su gran ambición es ir a probarse en algún club de la primera división), también hablamos de su más reciente novia (Vanesa, 19 años, 160 cm de estatura, bien proporcionada, buenas piernas, buena cola, tetas paraditas y firmes, rostro angelical, ojos color verdes, piel trigueña, cabello castaño con algunas mechas rubias, muy linda y muy buena chica, de buena familia), la cual está más buena que comer pollo con la mano (al ser Ariel un tipo fachero -hermoso, de buen porte-, simpático y súper amigable, las mujeres se vuelven locas por él, las ofertas y propuestas le llueven y siempre termina contándome sus conquistas amorosas), me confiesa que está tratando de ser fiel a Vanesa, pero se le hacía difícil dada su popularidad con las chicas (se le tiraban encima literalmente) y él es débil ante ellas.

Compramos uno paquetes de papas fritas y un pack de seis latas de cerveza (no acostumbramos a tomar alcohol dado nuestros compromisos para con el club, pero cada tanto -ocasiones especiales- tomamos algunas) ya de regreso me pregunta.

- Che, ¿Qué sabes de Clara (mi última novia)? ¿La volviste a ver luego que cortaran?
- Sí, nos vemos cada tanto, pero sólo para coger, después cada uno a su casa (le respondo).

Clara (una chica muy linda, 19 años, de carácter fuerte, que vivió y paso por muchas cosas en su niñez y adolescencia, un poco loca a veces, e incluso durante nuestro noviazgo descubrí que fumaba mariguana, y se le estaba yendo de las manos, intenté ayudarla, pero ya era inútil) había sido mi novia por seis meses, pero di por terminada la relación hace dos meses, después de varias idas y vueltas, era una relación toxica, inestable, pero teníamos muy buena cama (sexo).

- Cuídate amigo, que no te salga con un martes 13 (algo inesperado, sorpresivo)
- No pasa nada, me cuido, aun así disfruto de mi soltería, tengo mis polvos (sexo) por aquí y por allá (le decía a Ariel mientras giraba la cabeza para el otro lado simulando ver un coche estacionado, pero en realidad no quería que me vea la casa, soy muy malo mintiendo, y la realidad es que únicamente me movía -cogía- a clara)
- Con quien puedas, querrás decir (dice Ariel mientras se ríe) te voy a presentar una amiga de Vanesa (empujándome con su hombro) es más, creo que Mónica, la hermana de Rubén está muerta con vos, tenes que avanzar ahí.
- No amigo, es una nena aun. Un par de veces la sorprendí mirándome cuando jugaba, cuando podía jugar (mientras me daba un ligero golpe en mi rodilla derecha, rodilla lesionada) no debe ni tener 15 años, es una nena (respondo serio yo)
- No boludo, ni que fueras un viejo verde, si tenemos casi la misma edad, vos... 18 y ella 17, esta re bien.
- ¿17? Fua, yo aun la sigo viendo como una nena.
- Hace poco Rubén me contó que ella cumplió 17 y estaba un poco triste porque no pudieron hacerle nada (festejarle).
- Una pena (le respondo agachando la cabeza) es una buena chica, sus padres son muy humildes.

Los dos permanecimos en silencio un rato, lo que quedó del camino notaba a Ariel preocupado, pensativo, como si algo quisiera decirme y no se animaba. Entonces lo tomé del brazo, me puse frente a él y lo encaré.

- ¿Te pasa algo? ¿queres decirme algo? (le pregunto) Te noto extraño… es acaso por lo de padre?
- No quiero hablar de él (me responde serio y retoma la caminata, avanza unos metros por delante mío, se detiene, y me dice lo siguiente) sabes que te considero un gran amigo, no, para mi sos como mi hermano menor, te quiero mucho, no tengo secretos contigo, pero hay algo que necesito decirte.

Me quedé petrificado, duro, por primera vez Ariel se abría a mí y exponía sus sentimientos (siempre fue un tipo fuerte, rudo) sentía como mi corazón latía más fuerte y rápido, entonces tras una pausa, Ariel se da vuelta para mirarme, nos miramos a los ojos.

- es sobre Clara (soltó mi amigo) tengo que advertirte, ella está saliendo con un tipo del Bajo

El Bajo es un lugar al sur de la ciudad, el cual limita con nuestro barrio, esa zona es considerada muy peligrosa, ahí se ocultan y hacen sus negocios toda clase de criminales, narcos, mafiosos y más, aunque también hay gente buena, humilde y trabajadora que vive allí por necesidad.

- No te preocupes Ariel (le digo esbozando una sonrisa) ya lo sé, ella me lo contó hace poco mientras estábamos cogiendo. Me dijo que no sabe por qué esta con él (porque le debe dar su ración diaria de droga, pensé), pero me busca a mi luego para coger porque dice que el sexo conmigo es muy bueno como para dej...

Ariel da dos pasos hacia mí y me interrumpe agarradome con una mano de los cachetes y me dice casi desesperado

- ¿Sos estúpido o que Santi? este tipo es peligroso (me suelta de los cachetes y pone su mano sobre mi hombro) me dijeron que anda en cosas raras, con drogas, con la mafia y no sé qué más.
- Ariel...

Hago una pausa, ambos estamos mirándonos a la cara, a los ojos, a escasos centímetros de distancia, él seguía con su mano apoyado en mi hombro, entonces extendí mi brazo, lleve mi mano a su suave y cálida mejilla, lo acaricié dos o tres veces, en eso sentí una especie de chispa en mis dedos, Ariel sorprendido abre muy grande sus ojos, entonces, en un movimiento rápido transformé esas caricias en dos palmadita a su cachete (mejilla), simbolizando que tenía toda la situación bajo control y continuó con mi discurso.

- No pasa nada, en serio, esta todo arreglado, nadie sabe y nadie tiene que enterarse ¿entiendes? (le decía mientras nos soltábamos mutuamente)
- Boludo, en serio cuidate, no arriesgues así tu vida, con esa gente no se jode. Y ahora quien cuidará de vos ahora que me... (Ariel guardo silencio, yo lo miré desconcertado, él miro su reloj y prosiguió) uh, ya está por comenzar la transmisión, apuremos el paso.

Empezamos a ir más rápido, aun nos faltaban 2 cuadras.



Continuará... 

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Ey, Sebastián, este relato es un flash back en tu historia? Es una serie de relatos inventados que inicias ahora? No me ha quedado claro.
Hotdardo

Sebastian dijo...

Hotdardo, esta es una historia/relato ficticia, la cual escribí (y sigo escribiendo) e inventé yo. Hace mucho tiempo tenía ganas de hacer y publicar un relato aquí en esta página, compartirlas con ustedes. Tengo pensado hacer varios capítulos (tengo varias ideas en mente) contando la historia de Santiago (protagonista).
Saludos.

Aquí dejo una especie de sinopsis:
Trata de como un joven heterosexual (Santiago) con el pasar del tiempo va desarrollando un particular afecto (sentimiento) hacia su mejor amigo (Ariel) también heterosexual, llegando a un punto crítico donde ya nada volverá a ser igual. Capítulo tras capítulo iremos conociendo y profundizando en Santiago, de cómo sus acciones y decisiones repercuten en él y su entorno.

Anónimo dijo...

Ah, vale, estupendo. Gracias por la aclaración. Va a ser interesante seguir tmb esta historia. Hotdardo

Zeta Bilingüe dijo...

He de decirte que este tipo de historias en que dos chicos aparentemente heteros ante la vista de los demas son mis favoritas ya terminan encontrando en esa amistad el amor que se puede llegar a encontrar y sentir por alguien de tu mismo sexo, veremos hasta donde llega tu relato Sebastian.
Saludos.

Sebastian dijo...

Gracias por leer Zeta Bilingüe, espero pronto poder seguir con los capítulos y darle un toque especial a esta historia.

Monty dijo...

Hola, Sebastian, con solo leer el primer capítulo de esta prometedora novela puedo decirte que me encantó, no solo la historia que contás sino también el vocabulario que utilizás, encontré esta página por casualidad y me topé con tu historia, por un momento pensé que solo era este capítulo, cuando llegué al final y me quedé con la intriga... la seguiré leyendo para ver cómo evoluciona la historia y los personajes.
Un saludo
25/03/2021