domingo, 10 de diciembre de 2017

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Han pasado más de 3 años.

A mis casi 28 años aún no sé quién soy, entonces, ¿se puede vivir plenamente sin saber eso, sin tener una identidad?

¿Quién soy? Soy el hijo de…, el padre de…, el vecino de…, el que vive en…, el que trabaja en/de…, el que hace/hizo tal/cual cosa…, alto, bajo, flaco, gordo, blanco, negro, feo, lindo, cuadrado, redondo, bueno, malo, tangible, intangible, ¿soy único? ¿Especial? o ¿uno más del montón?

No todo esta defino por blanco-negro, este-u-otro, la verdad somos una conjunción de infinitas cosas (tanto físicas, como lógicas del ser, como personalidad, valores, deseos, etc.) que nos definen como personas únicas.

Sin embargo, no me considero, ni único, ni especial, ni del montón. Me siento algo así como un iceberg (masa de hielo flotante desprendido de un  glaciar) que va flotando a la deriva en el inmenso mar, sólo, donde solo conozco de mí mismo el 10% (superficie visible del iceberg) y me desconozco, o quizá oculto de mí mismo los otros 90% (parte sumergida, no visible del iceberg) derritiéndose hasta desaparecer sin que nadie lo note.

No obstante, tengo esposa  e hijos que son mi vida, por ellos es que sigo, como un zombie, pero sigo, especialmente por mis dos hermosos hijos, que son mi luz, ellos me motivan a seguir.

Lo hago por ellos. 

7 comentarios:

betulo dijo...

“La cosa más difícil del mundo es conocernos a nosotros mismos, y la más fácil hablar mal de los demás” (Tales de Mileto) Y eso ya lo decía hace 2.600 años.

Y, desde entonces, de mil formas más se ha reformulado esa idea: "... que nos lleva toda la vida el consguirlo", etc.

Si te puede servir; tú, eres tú. Y, así; debes ser feliz; conseguir la plenitud, no como el final del camino sino el camino hasta el final. Si vivimos de espectativas, o recuerdos, difícilmente LLENAREMOS el ahora.

Sebastian dijo...

Pero es tan difícil (por lo menos para mi).
Si decido hacer lo que creo que me haría feliz (amar a un hombre libremente) otras personas serian infelices con eso, y no quiero que mis hijos y esposa sufran por ello, no quiero ser yo el causante de ese sufrimiento o desilusión

betulo dijo...

AMAR es querer el bien del otro. Curiosamiente QUIERES el bien de tu esposa e hijas; DESEAS satisfacerte libremente ¿sin más compromisos? con un hombre; o ¿COMPARTIR tu existencia?

Por otra parte, está la reciprocidad en una relación amorosa; el otro ¿se la plantea igual que yo?

Sebastian dijo...

¿Qué quiero?

Quiero hacer feliz a mi mujer, es una maravillosa persona, yo la quiero muchísimo (ella me ama un montón) a su lado soy feliz. Sin embargo, NO COMPLETMENTE FELIZ, ese complemento que falta, solo puede ser llenado por un Hombre. Lo ideal sería la conjunción de ambas partes.

Me gustaría tener un HOMBRE de confianza, sin ningún compromiso o atadura, con el cual, cada tanto, pueda para un buen momento de placer y saciar mi sed de hombre.

El tema es encontrar o implementar eso.

La razón por la que escribo es para no sentirme tan abrumado por mis sentimientos, hacer un poco de catarsis, liberar un poco de tensión ya que no puedo hablar con nadie de esto, y por si a algún otro le sirve o le gusta mis relatos.

betulo dijo...

Ciertamente, el agua estancada se pudre. ¡CÓMO NECESITAMOS UN DESAGUADERO PARA QUE FLUYAN NUESTROS PENSAMIENTOS! corremos el eterno peligro de "por el análisis, a la parálisis".

Zeta Bilingüe dijo...

Hola, Sebastían te agradezco haberme incluido entre los blogs que sigues, primero que nada pienso que podemos aprender de unos y de otros para de alguna manera aconsegarnos y tener un panorama más amplio para tomar alguna desicion.
Respecto a tu post, se podría que es una pregunta milenaria ¿Quien soy yo? cada persona se construye una personalidad que lo hace único e irrepetible, por lo que cada cada ser es especial a su manera; que se nos enseña a escoger entre 2 opciones es un error, podemos estar en medio de ambas, lamentablemente los prejuicios nos limitan utilizando la culpa para evitar hacer lo que nuestro corazón siente que es lo correcto.
De otra manera seguiras sintiendote como un zombie sin vida, debes hacer aquellos que te haga en verdad feliz, siempre puedes buscar un equilibrio un punto medio que te permita ser tu verdadero yo.

Sebastian dijo...

Como salir de este bucle en el que estoy inmerso? No puedo cambiar mi decisión y pasarme a la acera de en frente. Ni estar en el medio, no puedo. Me gana la vergüenza, la culpa, la decepción que generaría en todos los que me conocen... necesito de todas las formas posibles ser aceptado. Si me voy para el lado homosexual perderé mucho, afecto, aceptación, respeto, etc.
La felicidad que no consigo viviendo la vida que escogí, lo busco afuera, pasando de cama en cama, pero es una felicidad a medias, momentánea, tranquiliza mi alma unas horas o días, hasta que vuelvo a tener otro impulso de estar con algún hombre.